Ya en el siglo XIX les preocupaba el tema. Aun no habían llegado las pistas de esqui y la especulación inmobiliaria.
"…..la montaña ,por tanto, proporciona ese lado complementario del entendimiento del mundo atendiéndola sin perjuicios. Y por ello es necesaria tal y como es, educativamente: solo sus paisajes son maestros de esta cara de la tierra. . Si dañamos tal recurso, haciendo penetrar en ella elementos propios del llano- si la allanamos metafóricamente por eliminación de sus pendientes, de su soledad o su exigencia- perderá su función educativa especifica. Subirá más gente en los funiculares, pero no tendrá la experiencia autentica que allí se puede tener, la que es exclusiva de la montaña, por lo que perderá el sentido de la ascensión y esta se limitara a un mero pasatiempo. Desprovista de su carácter, tras estropear un lugar admirable, “tomar como pretexto la belleza para destruirla” la montaña empobrecerá sus paisajes y sus contenidos y , con ellos el valor de la experiencia de silencio, soledad y emoción.
¡No toquéis las cumbres!!. Dejad sitios a la materialización de los sueños. "
F .Schrader. Geógrafo,1898